En este artículo exploraremos cada cuánto tiempo hay que calibrar un radiómetro y porqué es tan importante para su correcto funcionamiento.
¿Qué es un radiómetro?
Un radiómetro es un dispositivo desarrollado para medir la intensidad de la luz. Estos dispositivos nos ayudan a comprender los principios de la conversión de energía y son una parte importante en los procesos de fotopolimerización. Permiten mantener un entorno seguro tanto para el proceso de fotocurado como para los trabajadores.
¿Por qué lo necesitas?
Estos son algunos de los principales beneficios de los radiómetros:
- Mantener la intensidad estable durante el proceso de fotopolimerización
- Rendimiento de curado consistente
- La posible degradación de las bombillas de curado UV, las guías de luz y los reflectores hace que llegue menos energía UV a la superficie de curado
- Proporcionar un entorno de trabajo más seguro
- Determinar y medir cualquier energía perdida o reflejada e intensidad constante
- Los trabajadores no deben exceder la exposición de 1mW/cm2
- Medición de las tasas de transmisión a través de sustratos para garantizar un proceso de curado eficaz
- Mide las tasas de transmisión de varias longitudes de onda a través de sustratos (puede absorber varias frecuencias de energía)
- Mide la intensidad de la luz que llega al sitio de curado debajo de los sustratos intermedios
Claves para el uso del radiómetro
- Selecciona la configuración de radiómetro apropiada para su sistema
- Selecciona un radiómetro con el rango de sensibilidad de frecuencia correcto
- Manipúlalo con cuidado
- Calibra el radiómetro periódicamente
- Mantenlo limpio
- Asegura la consistencia
- Reemplaza las baterías según sea necesario
- Nunca intercambies detectores o adaptadores
- Evita sobreexponer el sensor
¿Cuáles son sus funciones?
Los radiómetros son necesarios para el control de procesos (ya sea dentro del sector médico o del sector de la automoción). Por lo tanto, es necesario calibrar un radiómetro cada año para asegurar un rendimiento óptimo.
Ventajas de calibrar un radiómetro
En definitiva, estas son algunas de las ventajas de calibrar un radiómetro correctamente:
- Rendimiento de curado constante
- Entorno de trabajo seguro
- Intensidad que llega al lugar de curado a través de sustratos intermedios
Hay que tener en cuenta que es necesario calibrar un radiómetro al menos una vez al año para cumplir con la norma ISO.